En la presentación cinematográfica Men in the chair del director Michael Schroeder, nos muestra de manera extraordinaria y astuta las vicisitudes en el séptimo arte. Manifestada por medio de un anciano cinéfilo y ex director cinematográfico, bautizado con el nombre de Flash Madden e interpretado por el distinguido actor Plummer. Así mismo, dicho director nos sumerge en una atmosfera senil y decadente mas bien, en condiciones paupérrimas donde abundan vicios, excentricidades, frustraciones, pintorescas aficiones, miedos y sobre todo una estética derrotista que reverbera al compas de los sueños pueriles de un adolecente que quiere ganar un concurso escolar de cine, que simultáneamente carga acuesta su realidad familiar y la problemática de la falta de recursos para ganar el mismo.
Dicho film nos concede una perspectiva desigual en una sociedad elitista y capitalista que no toma en cuenta el talento autóctono, también por su parte aborda otros temas como: el abandono de los ancianos como si fuesen seres inexistentes, el descuido en el apoyo logístico de los acilos y el maltrato de los animales que sin duda, demuestra una mutua impotencia con respecto a dichos males. En definitiva, este largometraje hace una critica implícita y por así decirle superflua a los temas mencionados con anterioridad, con la cual me siento hondamente identificada.
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