sábado, 25 de septiembre de 2010

EL COSTO DE LAS PALABRAS

A medida que el sirviente se adelantaba en el árbol, le parecía que el camino se extendía cada vez mas, subía y subía pero no acababa, aun así no se daba por vencido; en la ocasión menos esperada se encontró con Bosboni el personaje de Disney, el cual le ofreció una botella de Gatorade para reanimar sus fuerzas; a primera instancia se sorprendió pero no desprecio la oportunidad de hidratares con la sustancia y sin intercambiar muchas palabras le agradeció y siguió hacia adelante. trepa que trepa , sentía las llagas en sus pies, el ardor por causa de sus zapatos, sin duda sus pies ya no resistía, pero aun así estaba decidido a continuar, todo por su objetivo de ser sennin, deseaba llamar a la nube voladora para que le ayudase, varias veces hizo el intento pero esta no transmitía respuesta alguna, pues en realidad su voz no le ayudaba , no desistió, continuo trepando, resistió las facultades y el gran peso de sus pies pero no se dio por vencido, hasta que llego a la cima, a la rama mas alta del frondoso pino y en esta se sujeto. En primer lugar soltó su mano derecha, lo que lo hizo dudar de su equilibrio, se sujeto aun mas fuerte de su mano izquierda, se hizo el fuerte, se lleno de valor, serró sus ojos y de un momento a otro ya tenia sus dos manos suspendidas en el aire; lleno de satisfacción sonrió creyendo que ya tenia gran parte de su cometido cumplido solo pensaba en que se acercaba la hora para nunca mas envejecer, pero solo escucho una voz que desde el fondo del pino exclamaba:
- Hasta la vista baby. (con voz burlona )
Expresión que corto su felicidad. ya lo emprendía todo, lo que lo hizo sentirse ultrajado, engañado y maltratado abrigándolo a reconocer su realidad de que seria un insignificante sirviente por el resto de su vida. lleno de dolor Gonsuke se lanzo al precipicio sintiendo que dejaba todo en la cima, ya no había razón por la cual seguir viviendo. Mientras caía sus lágrimas corrían en el aire tras de el, pero todo acabo cuando se golpeo con una gigantesca piedra que le aguardaba al final, golpeándolo tan fuerte en la cabeza, que murió.
- Eso era relativo. (suavemente exclamo la mujer)
Dio media vuelta, miraba fijamente el color lumínico de sus uñas soplándolas para quitar el sucio de entre ellas dio unos que otros pasos, rebosada de satisfacción por dentro, hasta que sintió una grotesca mano que la detenía, le apretaba sin cuidado su hombro derecho. solo se podía imaginar que el sirviente aun no moría.
- Desgraciado !aun estas vivo!.
Este mirándola fijamente la apuñalo en el abdomen, nunca creyó que el podía hacerle eso, nunca creyó que todo termináis así, cayó de rodillas en el polvo, dejando la mirada fija hacia el cielo, escuchando las suaves palabras que su esposo le decía, y sin lugar a dudas esa era la peor despedida que pudo haber entre ellos.
- Nunca me vuelvas a llamar estúpido, ! Zorra !.

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